Por Leandro Maceo
Gerardo Chijona (Adorables mentiras, 1991) dice hacer comedias porque tiene un «pésimo sentido del humor» y la ilusión de que si se ríe con lo que escribe y dirige quizá alguien «coincida» con él en ese sentido.
Cuando solo faltan «seis llamados» del rodaje de La cosa humana, su quinta comedia y la última de sus producciones, el director y guionista constató a La Jiribilla que la cinta «está toda llena de pequeños homenajes y referentes» sobre todo a la comedia norteamericana.
Basada en el cine y la literatura que lo «han marcado» de alguna manera, La cosa humana «rinde tributos» a historias como El padrino o Los soprano, a figuras como Woody Allen y al humor de los hermanos Coen, con dilemas que «suceden y se resuelven» más entre los personajes que entre estos y el contexto social.
Rodado en distintas locaciones de La Habana y producido por el ICAIC y la colaboración de IBERMEDIA, el audiovisual recrea un personaje cuyo modo de vida es totalmente delincuencial, pero por diversos imprevistos se despierta en él un talento artístico-literario que lo aleja definitivamente de la vida antisocial.
El largometraje que deberá estar terminado para el primer semestre del 2015 «apuesta a un humor más sofisticado» del cine logrado por Chijona, el cual «demanda una actitud más activa del público».
Con una propuesta recurrente a la condición humana, el autor nos propone una realidad «no calcada» de la vida real. No es una película «realista ni costumbrista en ese sentido», argumenta.
Asimismo el filme no es el resultado de «algo preconcebido», en tanto no es una práctica del realizador, quien comenzó a escribir el guion junto a Francisco García antes de Boleto al paraíso (2010), proceso que se vio interrumpido cuando «dio con el libro de Jorge Pérez sobre el SIDA y pensó que esa era la película que tenía que hacer en ese momento».
Por último se refirió al trabajo que realizara con el experimentado director de fotografía Raúl Pérez Ureta, con quien vuelve a trabajar en La cosa humana y a juicio de Chijona plantea «un realismo y una suciedad bella» por lo que sostiene «quien quiera ver a La Habana destruida aquí no la va a ver».
Publicado en: La Jiribilla
Fecha: 11/08/2014